lunes, 3 de abril de 2017

Reflexionando sobre la palabra y obra de Jesús: La Resurrección de Lázaro

Me es imposible poder hacer una entrada de las fotográficas al día por más que quiera y me lo haya propuesto, al menos por el momento. Hoy lo asumí. Cuando me lo propongo, algo surge que me ocupa ese tiempo. Pronto espero poder volver a retomar la esencia del blog.

Mientras tanto, y en vista de los infinitos y profundos debates-diálogos que tengo con multitud de personas con las que de un modo u otro coincido (ateas, agnósticas y creyentes) ya sea en encuentros directos o a través de las redes sociales, se me ha ocurrido dedicar algunas entradas también a estos temas muy relacionados con Ophelia y con mi fe en Dios (un tema muy amplio a tratar en verdad).

Como no quiero dejar el blog de lado, aprovechando que se aproxima la semana santa y que pueden ser publicaciones cortas, se me ha ocurrido hacer esta entrada que trata sobre la lectura del evangelio según San Juan, en este caso, y más concretamente sobre la resurrección de Lázaro. Creo que por todos/as es conocido el relato aunque ante él surjan posturas y/u opiniones diferentes y siempre respetables ante todo.



Particularmente me voy a detener en estos, para mí, interesantes fragmentos:

      "Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?". (11.25-27)

"Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?" (11.37)

"Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por éstos que me rodean, para que crean que tú me has enviado". (11.41-43)


Bueno, por si hay alguien aún que no sabe de lo que hablo, haré un resumen breve. Esta parte nos habla del fallecimiento de Lázaro y de como Jesús, a través de la voluntad de Dios, realiza el milagro de la resurrección de éste.

Desde mi humilde opinión, la que utilizo siempre cuando alguien cuestiona mi fe, comentaré los tres fragmentos que he reseñado y que están en la Biblia.

El primero es muy claro, bastante, aunque siempre damos a cada palabra escrita una interpretación más acertada o menos (supongo que solo comprenderemos lo que realmente quería expresarse con ellas solo, precisamente, cuando llegue la hora de morir nosotros y la entendamos, o nos la expliquen, mejor jaja).  Empezaré a hablar de la frase intentando darle la vuelta. Me sale algo así:

¿Lo crees? El que lo cree y le vive no morirá jamás (imaginemos que interiormente, en el interior del alma que no caduca), y aunque muera (el cuerpo), creyendo en él vivirá (se mantendrá vivo esa parte de algún modo.-Por ejemplo, personas como Ophelia dicen ver a veces luces y a veces personas tal y como eran corporalmente en vida-). Es la resurrección, es la forma de no morir; de mantenerse vivo.

El segundo lo he reseñado porque me ha recordado a muchos de los reproches que me hacen aquellos que no creen en Dios ni en la palabra que Jesús nos regaló. Suelen preguntarme "¿Pero porque Dios, si existe, permite que ocurran ciertas cosas en la vida?" Siempre respondo y solemos acabar quizá algo cansados, mucho después, la conversación en tablas (en términos de ajedrez jaja). Pues esto me recordó bastante a muchos de los reproches que se hacen de Dios y a los que me suelo enfrentar cuando se da la ocasión. Digamos que es una reseña que coloqué aquí con la intención de poder profundizar en este aspecto; una llamada a la propia reflexión.


El tercero ¿A alguien más le recuerda esta parte a cuando reza? Es decir, una persona creyente, con verdadera fe, sabe que Dios siempre está ahí y le escucha pero "se alegra" o agradece el que sus peticiones sean oídas por Dios. La segunda parte de la frase nos acerca a la dura misión a la que Jesús se enfrenta. Intenta dar testimonio vivo de la grandeza de Dios, del que él sabe que todo lo puede, pero es algo más difícil de comprender para muchos/as de los que allí están presentes y dudan. 

La resurrección de Lázaro es uno de los grandes milagros que hace Jesús por obra de Dios y nos son relatados; que nos resume mucho en un pequeño relato de gran importancia para nuestra fe y que nos debería hacer reflexionar sobre un gran todo de una parte que es la que se resume en este relato. 

 Sin más, me despido por hoy con una entrada abierta a la reflexión.  ¡Hasta la próxima!